sábado, 30 de abril de 2011

ART COOL


En mi barrio, el portal donde se venden los picos se encuentra entre un concesionario de coches de segunda mano y una tienda de electrodomésticos. El joven anciano de los tenis sucios y la cazadora grande se pasa las horas esperando junto al portero automático, hurgándose la nariz, frotándose las manos y buscando razones en los traseros de las señoras que pasean sus carros de la compra para encender otro cigarro. Nadie lo mira, pero hoy ha ocurrido algo extraordinario: cansado de esperar, se ha detenido frente al último invento de LG, aire acondicionado serigrafiado con el beso de Klimt. Ni siquiera un experto en arte ladearía la cabeza con tanto interés.