domingo, 25 de enero de 2009

NICO

El día que me crucé con Nico no esperaba encontrarlo. Mi fobia a cibernavegar eternamente después de palmarla, se entendía como una excentricidad de las mías; así que me cuidé bien de dejarle el encargo a Marcos, mi editor, para que llegado el caso, encontrara las claves anotadas en mi agenda y las cerrase todas. Llevaba años engordando el listado de usuarios y contraseñas ficticias para comunicarme sin esfuerzo; bastaba escanear un dibujo, colgar una foto o escribir unas líneas, para colapsar cualquiera de los blogs,  fotologs, flickres y myspaces, que alimentaba a diario.

Una tarde, al salir del curro, Marcos me preguntó cómo me veía en diez años y no supe responder. Se cruzaron mil cosas que no quedaron en nada y resolví que, si bien no tenía ni idea de hacia dónde iba, llevaba meses invirtiendo el tiempo en lo esencial: hablar de  la vida y la muerte; sobre todo, de la vida después de la muerte. Los cuentos que ilustraba para la editorial que pagaba la hipoteca de mi sofisticado loft, estaban destinados a quinceañeras introvertidas con botas metaleras y gabardinas de cuero que idolatraban a Tim Burton y se reunían en guetos para hablar de vampiros, suicidios o cadáveres. Pero, mi interés por el más allá rebasaba estos límites. Lo que me inquietaba realmente estaba relacionado con vivir en los ojos, riñones o el corazón de otros; así que, movido por la curiosidad y pensando en cazar espectadores para la próxima historia, comencé a buscar información sobre transplantes. Los sondeos en Internet me llevaron hasta el transplante de médula y de éste, a la leucemia y sus síntomas. Me pregunté hasta qué punto, el aspecto de cansancio, la palidez y la respiración acelerada para compensar la disminución de oxígeno de los pacientes leucémicos, no eran sino la descripción de mi estado al final de la semana. Sonreí. Seguí investigando y, en menos de tres horas, recopilé más información de la que podría utilizar en años. Una referencia a la “aplasia medular”, relacionada con el estado de aislamiento de los pacientes para prever posibles infecciones, me hizo recordar las putas exhibidas en los escaparates de Ámsterdam (ningún dibujante las había explotado aún). Volví a sonreír. Decidido a conocer más sobre esta extraña afección, seleccioné los resultados en el buscador; la cuarta entrada en google decía así: “La vida es una constante patada en las bolas: Yo y la aplasia medular. Mi nombre es Nicolás y padecí o padezco, para el miércoles averiguo bien, aplasia medular, enfermedad de la medula, que hace que esta no funcione y no ... “. Pinché el enlace y apareció su blog. Una fecha, domingo, 15 de octubre de 2006, seguida del relato de, cito textualmente “una súper aguja bien gorda para extraer muestras de líquido y hueso de la médula”, me mantuvieron enganchado (no sé si por morbo o ganas de saber, quizás sean lo mismo) hasta las respuestas anónimas que mostraban su apoyo o contaban historias similares de miseria y esperanza. Mi primer impulso fue agregarlo a mi lista de blogs y postearle explicando por qué extrañas asociaciones le había encontrado en la Red, pero un fallo en la línea no recogió el mensaje. Comencé a explorar las entradas antiguas y descubrí que, días antes de lo expuesto, contaba sus encuentros casuales con la profe de química, recomendaba temas de sus grupos estrella, U2, Pink Floyd y The Kooks, y relataba las vivencias con su hermano y sus colegas; una vida normal para un chaval de veintiún años, pensé. Anochecía ya, cuando descargando sus temas y tarareando “Your blue room” (mejor entonada por Bono), llamó mi atención la fecha de la última actualización. Lunes, 30 de julio de 2007. Decía así:

Querida muerte

Ja! no me morí nadaaaaa.

Nicolás 4- muerte 1.

Como te la estoy peleandoooo, te debes querer morir no? (cuak). No me voy a entregar tan fácil como crees, ya te lo dije varias veces, tengo cosas porque vivir:

Flor

Absolutamente todas las personas que conozco

Los sábados a la tarde

La música

La facu

La filia

Entendelo, no puedo entregarme así como así, si no tuviese nada, lo pensaría. Pero no, tengo cosas… así que seguí esperando por lo menos 20 años más, después vemos.

Debajo, junto a un pequeño sobre en blanco, 52 comentarios. La mitad de ellos de ánimo; el resto, para rendirle homenaje. Lloré en silencio, escribí el número 53 y apagué el ordenador. Ya tenía mi historia.

Relato corto. Taller de Escritura. 24 de enero de 2009.

(En esta ocasión, el ejercicio consistía en escribir un relato libre y diferenciar el ARGUMENTO -la historia trata del encuentro fortuito de un ilustrador aficionado a Internet y a las Redes Sociales con un blog sorprendente que confirmará sus temores- y el TEMA -el conflicto personal entre las vidas virtuales que teje el protagonista y la honestidad y autenticidad de Nico-). 

6 comentarios:

  1. Yo hubiera iniciado con dos opciones el relato, a saber:

    1º opción-: incluir a un mediun y una maquina del tiempo que solo puede saltar 200 años: La mediun para hacer una sesión espiritista en una época en que ya te supieras muerta, allí todas las preguntas de tu futuro actual serian desveladas

    2º opción-: Una explosión solar que destruyera con sus lenguas electromagnéticas a toda computadora y artefacto electrónico en la faz de la tierra...de allí las historias crecen como cuotas de hipotecas

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  2. Podría ser... pero preferí ceñirme a la más pura realidad!

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  3. Maravillosamente retorcido, lleno de insospechados retruécanos.

    Se hace cada vez más palpable que nos hace falta un cementerio de webs, unos con lapiditas virtuales -probablemente animadas en flash y que dejen escapar emoticonos fantasma- y unos preciosos epitafios coronados por resultados estadísticos del Google analytics o cosas por el estilo...

    Alguien debe estar rondando esa idea en algún lugar del planeta...

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  4. Hola Ana,
    soy MariJose, de arbolyhojas. Muchas gracias por tus comentarios en mi blog. He leido tus dos blogs de principio a fin y creo que tienes un estilo narrativo muy personal, y tus historias enganchan. En la última he visto tu post a Nico, y creo que es una historia preciosa que le gustará allá donde esté.
    Yo también escribo, y he asistido a cursos de narrativa, y tuve la misma idea de ir subiendo mis textos a mi blog, pero otras cosas se cruzaron en mi camino. Espero actualizarme e irlos subiendo poco a poco.
    ¿Podrías explicarme más detalladamente qué es el proyecto 1080 recetas?. He visto también tus ilustraciones a boli rojo y te quedan preciosas en un formato tan sencillo!.
    Suerte con tu vida y tus sueños.

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  5. ¡Qué idea tan bonita!. El regalar por regalar trocitos de uno mismo, sin interés alguno, es una idea preciosa. Me alegro de que la llevaras a cabo.
    Y sí, me encantaría recibir un dibujo-relato tuyo!. A cambio intentaría dibujarte algo también (hace años que no cojo los lápices... y a saber lo que saldrá). Pero no encuentro tu dirección de mail en tus blogs, ¿puedes enviármela a la mía y allí te mando mi dirección?

    Besos y gracias!

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